Publicitar la Educomunicación en el siglo XXI

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Crítica personal

¿De qué manera te marca un profesor? Hablo de mi propia experiencia: recuerdo a muchos de ellos aunque no a todos de forma positiva. La mayoría me enseñó algo o me abrió los ojos de alguna manera y aunque sus materias no me parecieran especialmente interesantes consiguieron hacerlas llamativas.

El papel del profesor -esto lo sabe todo el mundo- es el de enseñar. No consigo entender la maxima de Toshiro Kanamori de “enseñar a sus alumnos a vivir una vida feliz” teniendo en cuenta las dificultades que se plantean actualmente. Si hago el ejercicio de recordar mi infancia, ésta fue agradable y feliz -pienso que como la gran mayoría de mi generación- a pesar de que el tipo de educación recibida no es la planteada por Kanamori.

 

Según Freinet “el alumno debe ser el centro del sistema educativo”. Aunque no cabe duda de que esto debería ser así, en la práctica los profesores no se implican con sus alumnos. He tenido profesores muy inteligentes que no sabían transmitir esos conocimientos de una manera eficaz puesto que no les importa como asimila el alumnado su materia.

En pleno siglo XXI son pocos los que quedan pero todavía existen profesores de la “vieja escuela” que no aprovechan los nuevos medios y tecnologías que los centros poseen. Esto es un fallo porque vivimos en una sociedad informatizada. Poner en el currículo que tienes nivel medio de informática y sabes usar el office ya no es algo reseñable. ¿Quién no sabe usar el Word? Las nuevas tecnologías son una buena herramienta para facilitar el aprendizaje y actualizar la enseñanza. La idea de Mario Kaplún de usar la radio para educomunicar es un buen ejemplo y no olvidemos que nos referimos a finales del siglo XX. Lo interesante es aprovechar todas las herramientas y sobre todo las que facilitan el aprendizaje y son más llamativas para los alumnos.

Por último, el famoso Plan Bolonia, cuya idea principal era globalizar los planes de estudio universitarios en Europa y cuyo planteamiento teórico no tiene mala pinta, a la hora de la práctica no se centra en el alumno ni siquiera en la educación, se centra en el negocio.